No podemos percibirlo de forma visual, pero los dientes se mueven. Es un desplazamiento que notarás al tacto si intentas moverlos suavemente con los dedos. Su anclaje a las encías es perfecto, pero hay una ligera flexibilidad que se debe a que estas no son bloques de hormigón. Algo muy distinto es que percibas un diente flojo, suelto, con una holgura inusual. Si además eres capaz de ver con claridad ese desplazamiento es que algo no anda bien en tu dentadura.
Cuando un diente suelto se convierte en un problema
Lo primero que debemos subrayar es que cuando hablamos del peligro de tener un diente suelto quedan excluidos los dientes de leche. Esta primera dentición presenta unas características muy particulares, entre ellas el hecho de que son piezas dentales que irán desapareciendo de manera progresiva para dar paso a la dentadura permanente.
El movimiento de los dientes en una boca adulta no es motivo de celebración. En estos casos, un diente flojo no indica que el Ratoncito Pérez vaya a pasar por casa sino que debes ser tú el que se acerque cuanto antes a la consulta del dentista. El problema puede ser más o menos grave, pero siempre será un problema. Es necesario que un especialista lo revise y te ponga al tanto de lo que está sucediendo en tu boca para evitar que la situación se agrave.
La denominada movilidad fisiológica del diente es algo normal en una dentadura sana. Pero el movimiento de los dientes se convierte en un problema desde el momento en el que ya no tiene ese carácter fisiológico sino que se manifiesta a simple vista y de manera evidente. Es el momento de empezar a pensar que detrás de ese diente flojo podría haber problemas funcionales o una disminución de la inserción en el hueso que termine provocando la pérdida de la pieza dental.
¿Cuáles son las causas que explican la aparición de un diente flojo?
Es muy probable que con el paso del tiempo un diente que se mueve termine amenazando con caerse. El modo y la velocidad con la que evolucionen esos movimientos anómalos dependen en gran medida del origen del problema. Las principales causas que se esconden detrás de unos dientes flojos son:
- Periodontitis
- Bruxismo
- Traumatismo
La periodontitis y los dientes que se mueven
En sus estadios más avanzados, la enfermedad periodontal se caracteriza por la pérdida ósea en torno al diente. Como consecuencia de esta pérdida se produce un trauma oclusal secundario que impide que la encía sea capaz de soportar la fuerza que se ejerce durante la mordida. La raíz del diente ha perdido anclaje en la estructura ósea sobre la que se asienta y el diente puede terminar cayéndose.
La periodontitis es una enfermedad bucodental que tiene su origen en la presencia de bacterias que atacan, infectan, inflaman y debilitan las encías. Esta infección suele ser el resultado de una higiene bucal ineficiente, aunque en algunos casos existe un importante componente genético que está detrás de una mayor predisposición a padecer este tipo de patologías.
Dientes sueltos por un problema de bruxismo
El trauma oclusal primario o bruxismo, ese rechinar involuntario de las mandíbulas, es también una de las causas frecuentes de los problemas con el movimiento de los dientes. Una disfunción que genera una fuerza de mordida excesiva que no responde a la masticación, provoca una fricción inusual entre los dientes y desencadena desequilibrios en el alineamiento. Esa mala oclusión ligada a un exceso de tensión también puede hacer que los dientes se aflojen con el paso del tiempo.
Los traumatismos y el movimiento de los dientes
Aunque parece la causa más fácil de identificar, en ocasiones pasa inadvertida. Cuando el traumatismo en los dientes o en las mandíbulas como consecuencia de una caída o de un accidente no provoca roturas o molestias importantes, no siempre consultamos con un especialista. Es un error común que puede acarrear muchos problemas ya que las consecuencias de un traumatismo en la dentadura no siempre tienen por qué ser inmediatas.
Los golpes fuertes también causan desplazamientos inapreciables que se agravan a medida que pasa el tiempo y que en ocasiones son la causa del movimiento en los dientes. Incluso en el caso de que tengas identificado el origen de tu diente flojo, necesitarás de la supervisión de un profesional para que la lesión se corrija en la posición adecuada.
¿Qué tratamientos existen para los dientes sueltos?
Ningún problema relacionado con los dientes flojos se debería gestionar con remedios caseros. Es importante que acudas a tu odontólogo para que realice un diagnóstico y decida cuál es el tratamiento que mejor se adapta a tu caso.
El abordaje médico de los dientes sueltos se realiza desde una doble perspectiva:
- Enfoque biológico: son todas aquellas pautas que ayudan a la reconstrucción y fortalecimiento de dientes y mandíbulas. Un mayor aporte de calcio y de vitaminas C,D y K así como un cambio en los hábitos nutricionales suponen una mejora en la salud bucodental y en el éxito del resto de tratamientos.
- Enfoque mecánico: son los tratamientos dentales dirigidos a modificar la fuerza y la posición de la mordida así como los efectos de estos sobre los ligamentos periodontales. Dependiendo de la intensidad de la oclusión y del grado de aflojamiento de los dientes, el especialista determinará qué tipo de tratamiento emplear.
Tratamientos mecánicos para corregir el movimiento de los dientes
Existen cuatro tipos de pautas en el abordaje mecánico de unos dientes que se mueven:
- Férulas dentales: son férulas oclusales o de descarga que se utilizan sobre todo por la noche para combatir los problemas de bruxismo. Estas férulas eliminan el rechinar de los dientes y la erosión que provoca esta mordida parafuncional.
- Aparato dental: el ajuste oclusal puede realizarse mediante el empleo de ortodoncias cuando la mala mordida es producto de una incorrecta alineación de los dientes. También existe la posibilidad de hacer un remodelado de la superficie de la mordida para reducir la cantidad de fuerza empleada.
- Extracción de la pieza dental: cuando la enfermedad periodontal está muy avanzada es posible que la única solución sea extraer la pieza dental y reemplazarla por un implante. Un diagnóstico temprano puede evitar problemas de este tipo.
- Entablillado: es una técnica que consiste en la redistribución de la fuerza de la mordida uniendo los dientes flojos a los dientes firmes de tal modo que se obtenga una mayor estabilidad en las piezas sueltas. Un sistema de soporte entre los dientes garantiza que no se produzcan futuros aflojamientos. Las alternativas de entablillado pueden ser temporales o permanentes y la aplicación de unas u otras dependerá de si existe o no pérdida ósea y de cuál está siendo su evolución.
Antes de iniciar cualquier tratamiento, sobre todo cuando el problema tiene su origen en la periodontitis, el odontólogo realizará una limpieza exhaustiva de la boca y las encías para combatir los gérmenes y las bacterias, evitar posibles infecciones y garantizar unos resultados óptimos con cualquiera de los métodos empleados.