Poner en tratamiento farmacológico a un paciente no es una decisión que el médico tome a la ligera. Ya te habrás dado cuenta de que los prospectos de los medicamentos cada vez son más específicos en cuanto a los efectos secundarios asociados a su administración, pero muy rara vez se habla de la relación entre medicamentos y dientes. La salud bucodental y la medicación son dos aspectos que no deberías pasar por alto si te sometes a un tratamiento farmacológico prolongado. En este artículo abordamos el impacto negativo de algunos medicamentos en tus dientes y las mejores opciones para minimizar estos riesgos.
Medicación y salud oral: una relación con altibajos
Las empresas farmacéuticas tienen la obligación de informar de todos los efectos colaterales que pueden generar los productos que comercializan, de manera que se ciñen a lo que les exige la ley. Lo habitual es que las consecuencias de los medicamentos en la salud oral no entren dentro de la extensa lista de efectos secundarios de los medicamentos salvo en casos muy puntuales.
Sin embargo, son muchos los fármacos de prescripción habitual que tienen un impacto negativo en los dientes y resulta muy útil tenerlos identificados para conocer los riesgos a los que se expone tu salud bucodental cada vez que te sometes a uno de estos tratamientos.
Para una mayor tranquilidad, puedes consultar las comunicaciones de riesgos a medicamentos notificados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Es una fuente fiable de información en la que puedes conocer más detalles acerca de los medicamentos que se encuentran en circulación, sus principios activos o su seguimiento farmacológico, e incluso informar de la sospecha de reacciones adversas no identificadas aún por la empresa fabricante o por la propia Agencia.
Sigue las instrucciones de tu médico y habla con tu odontólogo
Cuanta más información dispongas al respecto de tu tratamiento, más sencillo te va a resultar identificar la relación que puede existir entre tus medicamentos y la salud de tus dientes y encías, algo en lo que la supervisión de tu odontólogo va a ser de gran utilidad.
Efectos secundarios, el nexo de unión entre medicamentos y dientes
Antes de seguir, señalar que no hay necesidad de generar alarma.
En la búsqueda de una solución a un determinado problema de salud es habitual que el empleo de medicamentos desencadene una reacción no deseada en otra parte del organismo. Tanto el médico como el paciente deberán valorar esos efectos adversos para escoger un tratamiento adaptado a las necesidades de cada enfermedad y paciente para minimizar los riesgos del tratamiento.
En este sentido, sigue siempre las recomendaciones de los especialistas y no abandones ni modifiques las pautas de medicación por tu cuenta sin haberlo consultado antes con ellos.
¿Cuáles son los trastornos dentales más comunes inducidos por los fármacos?
En el caso concreto de los trastornos dentales inducidos por medicamentos, estos se pueden dividir en dos grupos. Por un lado, aquellos que intrínseca o extrínsecamente son los responsables de coloraciones anómalas en el esmalte de la dentadura. Por otro, los que se han identificado como causantes de lesiones dentales de diversa índole.
Coloración de los dientes
- Los antibióticos que contienen tetraciclina reaccionan a la luz y provocan manchas amarillentas o marrones. Los que contienen ciprofloxacina tienden a dejar el esmalte verdoso.
- La amoxicilina y el ácido clavulánico también son antibióticos de amplio espectro que tras un consumo prolongado pueden hacer que los dientes se tornen de una tonalidad amarillenta o gris amarronada.
- En general, todas las sales de hierro oral que se administran como tratamiento o prevención de la anemia pueden hacer que surjan manchas negras en los dientes.
Lesiones dentales
- Los esteroides, los medicamentos para las crisis convulsivas, los bloqueadores de hormonas que se emplean en el abordaje de determinados tipos de cáncer y los antiácidos que contienen aluminio pueden ser responsables de la pérdida progresiva del tejido óseo.
- Los medicamentos bloqueadores del calcio se emplean con frecuencia en el tratamiento de migrañas e hipertensión. Las personas más sensibles a sus componentes experimentan un crecimiento anormal en las encías. Ese agrandamiento gingival genera dolores de leves a moderados.
- Antes de cualquier tipo de cirugía o durante tratamientos de problemas periodontales está contraindicado el uso de aspirinas y antiácidos de venta libre ya que aumentan de manera considerable el riesgo de sangrado de las encías.
- Algunas personas son más propensas a sufrir infecciones por hongos que se manifiestan en forma de puntos blancos en la lengua y la garganta. Los responsables de infecciones como la candidiasis suelen ser medicamentos tan comunes como los antibióticos, las píldoras anticonceptivas y los corticoesteroides.
- A pesar de que medicamentos como el ibuprofeno, la aspirina o la penicilina están muy extendidos, su uso continuado está relacionado con la aparición de molestas úlceras en la boca, sobre todo en la cara interna de las mejillas.
- Las caries son la lesión dental más común cuando se está en tratamiento farmacológico. Ello es debido a que medicamentos tradicionales como los jarabes y caramelos para la tos, los complejos vitamínicos, las tabletas antiácidas y un alto porcentaje de fármacos líquidos a menudo contienen un aporte de azúcar considerable. También es frecuente el uso de otros productos endulzantes para proporcionarles un sabor más agradable pero, a efectos de salud bucodental, los riesgos que provocan son idénticos.
Recomendaciones bucodentales para pacientes en tratamiento farmacológico prolongado
Existen diversas maneras de abordar el uso regular de medicamentos para que tu salud bucodental no se vea afectada por ellos. Estas tres sencillas pautas te ayudarán a reducir de manera significativa el riesgo al que se expone tu dentadura cada vez que tomas alguno de los fármacos de los que hemos hablado en este artículo.
- Presta mayor atención tus pautas de higiene diaria. Al contrario de lo que ocurre con la ingesta de los alimentos, el problema de los medicamentos no radica tan solo en el momento de la ingesta sino que aparece después, con el aumento de la acidez en la boca, la sequedad o el debilitamiento de algunas defensas. No tienes por qué cepillar los dientes después de tomar tu tratamiento, pero no puedes olvidar hacerlo al menos tres veces al día, concentrándote sobre todo en el cepillado antes de irte a la cama, ya que durante las horas nocturnas las glándulas salivales trabajan a niveles mínimos y necesitas una protección extra.
- Salvo que el médico te indique lo contrario, toma la medicación durante las comidas. Del mismo modo que los alimentos ayudan a proteger el estómago de los efectos secundarios de muchos fármacos, también funcionan como protector de dientes y encías frente a los químicos que forman la base de composición de los medicamentos.
- Visita regularmente a tu dentista. Si antes ya era importante, con los tratamientos farmacológicos prolongados tienes un motivo más por el que incrementar la frecuencia con la que visitas al dentista. La mayoría de los trastornos dentales inducidos por los medicamentos tienen solución si actúas sobre ellos en el momento oportuno.
Está comprobado que muchos de los fármacos que se recetan habitualmente en las consultas de medicina familia provocan un impacto negativo en los dientes. Esto no quiere decir que debas suspender tus tratamientos, pero sí te obliga a extremar las precauciones en lo que a tus hábitos de higiene bucal se refiere.
Es muy recomendable que mantengas informado a tu dentista acerca de la medicación que tomas, sobre todo si en tu historial clínico han quedado reflejados problemas de caries, gingivitis o enfermedad periodontal. Solo de este modo conseguirás evitar problemas irreversibles tanto en la coloración de tu sonrisa como en el estado general de dientes y encías.
estoy en tratamiento con letrozol ¿afecta a mis dientes? pues he notado que se me rompen facilmente y se me hacen caries