Si padeces bruxismo o practicas deportes de contacto, probablemente ya hayas oído hablar de las férulas bucales. Como su nombre indica, son dispositivos que se colocan en la boca, pero su finalidad puede ser muy distinta. En esta breve guía sobre férulas bucales vas a descubrir las opciones que existen y cómo pueden ayudarte a mejorar tu calidad de vida.
Principales características de las férulas dentales
Incluso las dentaduras perfectamente alineadas y sin problemas de oclusión están expuestas a riesgos e imprevistos. El simple hecho de apretar la mandíbula de forma inconsciente o un golpe o caída durante la práctica de algunas actividades puede comprometer la integridad de tus dientes.
Las férulas bucales se plantean como una barrera eficiente frente a muchos de estos riesgos. Se encargan de armonizar el contacto entre los dientes de la arcada superior y la inferior, reducen la fricción ente la arcada superior e inferior, protegen frente a los golpes o facilitan el proceso de recuperación después de una intervención quirúrgica.
Aunque existen diferentes tipos de férulas bucales, las características básicas suelen ser un rasgo común:
- Son rígidas o semirrígidas (dependiendo del uso) y no se deforman.
- Requieren de cierto grosor para ser eficientes cuando se emplean como protección. Es necesaria una barrera para que los dientes de arriba y abajo no choquen entre sí.
- Sufren desgaste y con el tiempo es necesario reemplazarlas.
- Se fabrican de forma personalizada para ajustarse a la mordida de cada paciente.
- Son planas. Aunque se fabrican de manera personalizada, es solo para garantizar un buen encaje. No llevan impresa la huella de cada diente para no favorecer a un mal contacto.
¿Qué tipos de férulas bucales existen?
Dentro y fuera de la consulta del dentista se emplean diferentes tipos de férulas dentales. Estas son las más comunes:
- Férulas de ortodoncia: se emplean temporalmente al finalizar un tratamiento de ortodoncia. Su funcionamiento es similar al de los retenedores metálicos: se encajan en los dientes para garantizar que, tras la retirada de la ortodoncia, estos no vuelven a rotar libremente.
- Férulas de blanqueamiento: un molde con la silueta de la dentadura facilita la aplicación de los tratamientos blanqueadores. La primera parte del procedimiento se desarrolla en consulta y la segunda parte la realiza el paciente en su casa aplicando el gel blanqueador en la férula antes de colocársela.
- Férula de periodoncia: forma parte del proceso de recuperación tras una intervención periodontal. El objetivo es evitar el movimiento de los dientes y garantizar su correcta posición en un momento en el que tienden a desplazarse.
- Férula radiológica: es un paso previo a numerosas intervenciones quirúrgicas. Con este tipo de férulas se obtiene una reproducción exacta de la dentadura del paciente para saber cuáles son las zonas a intervenir o dónde deben colocarse los implantes.
- Protectores bucales: es un producto orientado a aquellas personas que practican deportes, como rugby, hockey o boxeo, en los que la dentadura está expuesta al riesgo de sufrir algún traumatismo. También en estos casos es conveniente acudir al dentista para hacerse con una férula personalizada ya que la absorción del impacto es mayor cuando esta está adaptada a la boca del paciente.
- Férulas de descarga o de desprogramación: junto a los protectores bucales, son las férulas dentales más conocidas y empleadas. Se prescribe su uso a pacientes con bruxismo puesto que evitan el contacto entre dientes y su desgaste prematuro. También están recomendadas a quienes padecen de molestias en la articulación temporomandibular (ATM) y necesitan disminuir la tensión en la zona.
Es importante subrayar que las férulas bucales solo deben ser empleadas para la función con la que fueron diseñadas. Aunque todas presentan un aspecto bastante similar, hay diferencias importantes en cuanto a la dureza y el grosor de los materiales empleados. Las férulas de descarga, por ejemplo, son más gruesas y rígidas que el resto. Un protector dental, aunque similar en grosor y consistencia, no puede sustituir en ningún caso este tipo de tratamientos.
¿Cómo se fabrican las férulas para los dientes?
Las férulas más sencillas se suelen ajustar en la propia consulta del dentista. Muchas clínicas disponen de máquinas termoconformadoras con las que es posible completar el proceso de adaptación en apenas unos minutos. La lámina caliente se coloca sobre el modelo de la boca y de este modo se obtiene el molde definitivo.
El material con el que están fabricadas estas férulas bucales es sensible al calor. Mediante el empleo de la máquina termoconformadora se consigue que durante un breve espacio de tiempo las férulas sean manipulables para su adaptación. Las férulas termoplásticas son menos gruesas que las de descarga y tienen una consistencia semirrígida. Para su confección no es necesario realizar un estudio de la oclusión ni tener en cuenta la relación entre ambas arcadas.
Por su parte, las férulas de descarga empleadas en el tratamiento del bruxismo y de los problemas en la articulación temporomandibular requieren de un trabajo de mayor precisión. Lo habitual es que el odontólogo realice un molde de alginato en la consulta y que un protésico dental complete la fabricación de la pieza en un laboratorio.
El resultado es una férula de color transparente y de bastante dureza que se ajusta sobre todo en la parte de los caninos, premolares y molares. En los incisivos, el contacto es muy limitado, a veces nulo, puesto que no afecta a la movilidad ni compromete el tratamiento oclusal.
Aunque es posible trabajar con materiales algo más blandos, está demostrado que estos proporcionan una menor retención. Por otro lado, una férula demasiado blanda podría provocar el efecto contrario: estimular la costumbre inconsciente de seguir apretando la mandíbula.
Invierte solo en productos de calidad
Los tratamientos de salud bucodental que no están supervisados por un especialista suelen suponer más un problema que una solución. En internet y en las farmacias se ofertan numerosas alternativas para la adquisición de férulas dentales a precios reducidos. Pero no te confundas: no ofrecen las mismas prestaciones que una férula a medida.
Son productos estándar que tratan de adaptarse a tu dentadura aprovechando su respuesta al calor, pero los resultados dejan bastante que desear. Este tipo de opciones no ofrecen las garantías de eficiencia y seguridad que sí proporcionan las férulas fabricadas por un protésico dental.
¿Por qué no debes comprar férulas bucales estándar?
- Antes de iniciar cualquier tratamiento en la boca, necesitas el diagnóstico de un profesional para saber cuál es el origen de tu problema.
- Las férulas bucales deben ser fabricadas a medida para evitar que deriven en problemas de malposición o maloclusión, o que agraven los ya existentes.
- La mala calidad de los materiales puede provocar problemas de oclusión y dolores en la articulación temporomandibular, el cuello y las cervicales.
- Los tratamientos con algunos tipos de férulas dentales implican un seguimiento profesional periódico para garantizar su correcto funcionamiento.
¿Cuánto cuestan las férulas de descarga? Una inversión en salud
El dinero que empleas en la mejora de tu salud bucodental no debe considerarse un gasto sino una inversión. Las férulas de descarga o de desprogramación son el mejor ejemplo de cómo estas inversiones en salud pueden suponer un cambio significativo en tu calidad de vida.
Este tipo de productos de salud bucodental tienen un precio que ronda los 400 euros. Aunque inicialmente pueda suponer un desembolso considerable, hay que tener en cuenta que son las férulas dentales más complejas en cuanto a fabricación y que los beneficios que ofrece son incalculables:
- Los dientes no están ejerciendo presión de forma constante.
- La mandíbula se relaja y desaparecen los dolores articulares, cervicales y de cabeza.
- La superficie de los dientes no sufre los efectos de un desgaste prematuro.
- El contacto entre los dientes es más equilibrado.
- Se reduce la sensibilidad dental.
- Disminuye el riesgo de padecer caries o fisuras/roturas.