Hilo dental: tipos, usos y recomendaciones

El hilo dental es un elemento de limpieza bucal tan controvertido como la cuestión de si la tortilla de patatas debe o no llevar cebolla. Hay respuestas para todos los gustos. Desde quienes lo emplean a diario como parte esencial de sus rutinas de higiene hasta los que nunca lo han probado o solo recurren a él como último remedio. Seguro que te identificas con alguno de estos grupos pero, ¿hasta dónde llegan tus conocimientos sobre el hilo dental?

Breve guía sobre la seda dental

Aunque su invención se remonta a comienzos del siglo XIX, su uso sigue sin estar tan extendido como el de los cepillos de dientes. Eso sí, todavía le saca ventaja a los cepillos interproximales. Esta posición intermedia le confiere al hilo dental una categoría secundaria en las rutinas de higiene dental, con perspectivas de seguir ganando terreno.

Y es que, en ocasiones, no se trata de una cuestión de dejadez o de pereza sino de desconocimiento. El cepillo de dientes siempre ha sido el modo tradicional de mantener una buena higiene de la boca, pero su fama ha eclipsado otros métodos interesantes como es el caso de la seda dental.

Esta breve guía tiene como objetivo presentarte los diferentes tipos de hilo dental que existen, sus modos de empleo y las ventajas de las que podrías beneficiarte si encuentras un artículo que se ajuste a tus necesidades. Todo es cuestión de ir probando alternativas, ¡como con la tortilla de patatas!

Particularidades de cada tipo de hilo dental

¿Pensabas que todos los hilos dentales son iguales? Hay algunas variables que definen las características de la seda dental y su alcance en la higiene de la boca. Aparte de ser elementos para completar la limpieza entre los dientes con mayor precisión, ofrecen otras ventajas adicionales en casos específicos como las encías sensibles o el uso de ortodoncias con brackets. Conocer los diferentes tipos de hilo dental te ayudará a escoger la variedad que mejor se adapta a tu dentadura.

Tipos de hilo dental según el material de fabricación

1. Hilo dental con nylon: es el tipo de hilo dental más común. Se conoce también como hilo de multifilamento porque se compone de varias hebras que le aportan mayor o menor grosor. Un hilo con nylon de calidad se mantiene íntegro durante su uso, pero siempre existe cierto riesgo de que se deshilache. Es la opción económica, pero requiere cierta destreza en el uso.
2. Hilo dental con teflón: tienen formato monofilamento (hilo único) y están fabricados en politetrafluoroetileno (PTFE). Es el tipo de hilo dental que deberían emplear quienes empiezan a utilizar este tipo de artículos de higiene, puesto que ofrece una mayor resistencia y suavidad. También está recomendado para los usuarios con encías sensibles.

Tipos de hilo dental según el acabado

1. Hilo dental con cera: son los más adecuados cuando no existe un gran espacio interdental y es complicado deslizar el hilo. La cera actúa como lubricante y el material avanza con suavidad al tiempo que va limpiando la zona tratada.
2. Hilo dental sin cera: tiene una mayor capacidad de arrastre porque el material no fluye con tanta suavidad como cuando está encerado. Es una limpieza más dura que obliga a las fibras a abrirse durante el paso entre los dientes. No se recomienda en caso de llevar ortodoncias o implantes.

Tipos de hilo dental según su composición

1. Hilo dental con o sin sabor: los sabores del hilo dental no aportan ningún beneficio extra a la limpieza de los dientes. Eso no implica que no resulten algo más agradables para algunos usuarios o que proporcionen un aliento más fresco, ya que lo habitual es que vayan acompañados de efecto mentolado.
2. Hilo dental con o sin flúor: el flúor es un estupendo complemento para mejorar la protección que ofrece el esmalte dental y prevenir la aparición de caries. Sin embargo, no existe consenso sobre si su aplicación a través del uso de hilo dental es realmente eficiente.

Tipos de hilo dental según forma de uso

1. Super-floss: es un instrumento de higiene dental en el que se combina la seda dental con una zona esponjosa y otra parte rígida. Es el tipo de hilo dental que se usa para una limpieza más eficiente en bocas con implantes, prótesis, coronas y ortodoncias con brackets. La parte rígida permite el acceso por la parte inferior de las prótesis, la esponjosa elimina la placa bacteriana y el hilo dental se usa para limpiar el resto de dientes.
2. Cintas dentales: es una modalidad de hilo más ancha y plana, orientada a dentaduras en las que existen grandes espacios interdentales. Gracias a la forma plana, son menos agresivas con las encías. No obstante, si los dientes están muy separados, es mejor usar un cepillo interproximal.
3. Aplicador hilo dental: son dispositivos que facilitan el uso del hilo dental. Este ya viene montado en un dispositivo de plástico semirrígido. Su diseño ergonómico permite deslizar el hilo entre los dientes de las dos arcadas sin tener que emplear ambas manos para tensar el hilo durante el movimiento.

Consejos para un correcto uso del hilo dental

Pese a que existen opiniones enfrentadas en relación al uso del hilo dental, la recomendación más extendida es la de que se emplee como complemento del cepillado. ¿El motivo? El hilo dental es útil en la eliminación de los restos de suciedad acumulada entre los dientes, pero resulta un método de limpieza incompleto para el resto de las superficies dentales y estructuras de la boca.

Si deseas incorporar el hilo dental a tus rutinas de higiene como medida de protección adicional, ten en cuenta estos consejos:

• La seda dental debería utilizarse después del cepillado y antes del enjuague. Es el orden adecuado para aprovechar al máximo los beneficios de estos tres métodos de limpieza.
• El número de veces que utilices hilo dental no es tan importante como el tiempo que le dediques. Lo más característico de esta técnica de limpieza es que resulta minuciosa y ello requiere algo de tiempo.
• Utiliza segmentos de hilo dental de entre 35-40 cm de longitud. Ten en cuenta que debes enrollarte la parte limpia en el dedo de una mano y poco a poco ir enrollando la parte que va quedando sucia en un dedo de la otra mano.
• La técnica básica para usar hilo dental consiste en deslizarlo entre los dientes haciendo un movimiento en zigzag para luego contornear cada pieza dental formando una C con el hilo. En presencia de restos sólidos de comida, se puede deslizar el hilo hasta la encía y tirar de él hacia la parte exterior del diente.
• También los niños pueden emplear hilo dental. No obstante, a edades muy tempranas puede resultarles algo complicado. Los padres pueden ayudar en el empleo de seda dental hasta que aprendan a limpiarse de manera autónoma. Lo normal es que a partir de los 8-9 años ya tengan la destreza suficiente para ello.

Ahora que ya conoces las particularidades del hilo dental, ¿te gustaría saber cuál es la opinión generalizada sobre su uso en las rutinas de higiene bucodental? La idoneidad de la seda dental y la relevancia de su uso sigue siendo una cuestión sin resolver, con sus detractores y sus defensores.

Por el momento no se ha publicado ningún estudio que respalde los beneficios médicos de usar hilo dental frente a otras alternativas de limpieza. Del mismo modo, tampoco hay pruebas que certifiquen que se trata de una técnica contraproducente.

En situaciones así, la experiencia del propio usuario es lo más relevante. ¿Cuáles son tus sensaciones al usar hilo dental? Si te sientes cómodo y consideras que tus dientes se quedan más limpios, ¡adelante! Ningún especialista en salud dental te dirá que dejes de emplear seda dental si supone un plus en tus rutinas de higiene.