En la década de los 70 el uso de la tetraciclina como antibiótico de amplio espectro estaba muy extendido en la medicina española. Como medicamento, la tetraciclina ofrecía resultados muy efectivos en el tratamiento de determinadas infecciones, pero pronto se demostró que su uso continuado era la causa de la decoloración permanente de los dientes, entre otros efectos secundarios.
En la actualidad, muchos pacientes entre los 35 y los 50 años acuden a la consulta del dentista buscando una solución a estas tinciones dentarias.
¿Qué es la tetraciclina y para qué se emplea?
La tetraciclina es uno de los medicamentos antibacterianos más experimentados. Su uso se remonta a finales de la década de los 40 del pasado siglo y su empleo se ha mantenido hasta la actualidad, dados los estupendos resultados que ofrece en el tratamiento de las patologías infecciosas más comunes a nivel respiratorio, gastrointestinal o cutáneo.
Sin embargo, la tetraciclina presenta ciertas limitaciones con respecto a otros antibióticos del mismo espectro si se tiene en cuenta la cantidad de efectos secundarios asociados a su uso. Por esta razón, un medicamento que hace cuatro décadas se recetaba de forma habitual, con el paso del tiempo ha ido quedando relegado a un segundo plano.
Efectos de este antibiótico a nivel oral
En artículos anteriores de este blog ya hemos abordado el impacto negativo de determinados fármacos en la salud de los dientes y encías. El caso de la tetraciclina resulta relevante por la gran incidencia en pacientes adultos que fueron puestos en tratamiento durante la infancia y que desde entonces arrastran los efectos secundarios del uso continuado de este fármaco.
Si bien la tetraciclina no interfiere en aspectos relevantes de la salud bucodental, el uso prolongado de este fármaco sí que presenta consecuencias más que notables a nivel estético. Consecuencias que no deben ser tomadas a la ligera ya que estos problemas con el atractivo de la sonrisa son, en muchos casos, el desencadenante de conflictos emocionales que afectan a la autoestima, la seguridad y la confianza de quienes los padecen.
A lo largo de la vida, la dentadura es susceptible de cambiar de color ya sea por causas intrínsecas o extrínsecas. Las manchas en los dientes no afectan a su estructura, a su resistencia o a su funcionalidad, pero sí suponen una merma en la belleza de una boca sana. Los efectos de la tetraciclina en la coloración de los dientes dependen de varios factores:
- La dosis de antibiótico prescrita
- El tipo de tetraciclina suministrado
- La duración del tratamiento
- La fase de mineralización del diente (edad del paciente)
- La actividad de oxidación del medicamento
En cualquier caso, estas manchas dentales tienen unos rasgos característicos que hacen que sean fáciles de identificar: se extienden de manera horizontal por la totalidad o parte de la dentadura con un color que va desde un ligero amarilleamiento hasta un gris intenso.
El riesgo de pigmentación dentaria tras un tratamiento con tetraciclina existe tanto en pacientes pediátricos como en adultos.
Conviene destacar que este antibiótico es capaz de atravesar la placenta e incluso de ser excretado por la leche materna, por lo que su uso está contraindicado durante el embarazo y la lactancia. Desde el cuarto mes de gestación y hasta los 8 años de edad existe un mayor riesgo de que la tetraciclina provoque manchas dentales de color intenso al coincidir este período con la formación de la dentina primaria.
Clasificación de la tinción dependiendo del nivel de afectación
Hay que tener en cuenta que las manchas dentales y los dientes oscuros provocados por los tratamientos con tetraciclina no siempre presentan el mismo aspecto. Dependiendo de la intensidad, el color y la forma de las manchas, la tinción por tetraciclina se puede clasificar en cuatro grupos:
- Tinción de primer grado: es el nivel de coloración más débil. Se caracteriza por las manchas uniformes y con un tono amarillo o gris muy claro.
- Tinción de segundo grado: el mayor porcentaje de dentaduras manchadas por el uso de tetraciclina corresponde a este grupo. La pigmentación es amarilla, marrón o gris con un nivel de intensidad algo superior a la del grado I.
- Tinción de tercer grado: la coloración notable del grado II aparece acompañada de líneas o bandas que hacen que la tinción ya no sea uniforme. Es una tinción severa que se manifiesta sobre todo en la zona cervical del diente.
- Tinción de cuarto grado: los cambios de color se vuelven más intensos, con manchas muy oscuras que en ocasiones provocan estrías o irregularidades en la superficie del diente. Es un grado de tinción poco común incluso en tratamientos de larga duración.
¿Existe alguna solución para las manchas dentales por tetraciclina?
La relación entre el uso de tetraciclina y las manchas dentales está documentada desde hace décadas. Así, se sabe que basta con una dosis de 21 mg/kg/día para que se produzca algún tipo de alteración en la coloración del esmalte de los dientes.
Desde un punto de vista estricto, la tinción por tetraciclina es irreversible, sobre todo en los grados de afectación más elevados. No obstante, en la actualidad existen técnicas con las que recuperar hasta cierto punto la blancura natural del diente o camuflar las manchas para que no afeen la sonrisa.
El primer paso que recomendará el especialista será el de un blanqueamiento externo. Este procedimiento solo resulta efectivo en los niveles de tinción menos severos, cuando no existen franjas y la pigmentación es muy suave y uniforme. El blanqueamiento dental consigue rebajar algunos tonos en la coloración del diente cuando este presenta un aspecto amarillento o grisáceo de intensidad leve. Es el procedimiento más cómodo, rápido, sencillo y menos invasivo, y se adapta perfectamente a las particularidades de la boca de cada paciente. Con los modernos tratamientos de exposición a la luz led o láser se consigue incrementar el efecto de los geles blanqueantes y obtener unos resultados muy atractivos.
Cuando el blanqueamiento resulta insuficiente o las manchas en los dientes son demasiado intensas habrá que recurrir a otras alternativas. La más habitual es la del empleo de carillas dentales. Al contrario de lo que sucede con el blanqueamiento, en el que la efectividad de los resultados no puede garantizarse al 100 %, con el empleo de carillas dentales el éxito está siempre asegurado. Ello se debe a la propia naturaleza del procedimiento, que consiste en aplicar sobre la superficie del diente una delgada lámina de porcelana o composite que cubre toda la cara frontal de las piezas dentales. De este modo se consigue camuflar la totalidad de la manchas y la dentadura presenta el aspecto blanco y natural que habría tenido de no haber sido por este antibiótico.
Una tercera opción, reservada para casos de tinción extremos, es la de las coronas de recubrimiento. Ya solo se emplean cuando el diente ofrece una coloración tan intensa y oscura que ni el blanqueamiento ni las carillas pueden disimular las manchas. Es un procedimiento algo más agresivo ya que antes de la colocación de la corona, que es una especie de funda con la forma y el color natural del diente, es necesario reducir el tamaño de la pieza dental original con el fin de que la prótesis encaje a la perfección en el lugar correspondiente.
La estrecha relación existente entre la salud oral y los tratamientos farmacológicos obliga a prestar especial atención a la medicación que tomamos, sobre todo si existe predisposición a padecer problemas bucodentales. El uso regular de determinados fármacos puede provocar alteraciones en la producción de saliva, aumento del riesgo de caries, úlceras e infecciones en la boca o, como es el caso de la tetraciclina, manchas permanentes en el esmalte que no siempre se logran resolver con el blanqueamiento dental.
Tu salud general es un aspecto prioritario. No obstante, siempre que vayas a ponerte en tratamiento sería conveniente consultar con el médico cuáles son las alternativas menos dañinas para tus dientes y encías con el fin de minimizar este tipo de efectos secundarios.