Las modas también afectan a la expresión del rostro. Basta con echar la vista atrás unas cuantas décadas y comparar los modelos de sonrisa que se llevaban entonces con los que se estilan ahora. Con la irrupción de las redes sociales, la consecución de una sonrisa perfecta ha ido ganando popularidad y con ella las diferentes técnicas para la mejora de la estética de la boca.
La sonrisa perfecta ya no es lo que era
Cambian el vestuario, los peinados y el maquillaje. ¿Por qué no iba a cambiar la estética de la sonrisa? Es posible que no lo haga a la velocidad de otras variables que influyen en el estilo personal, pero labios y dientes también se ven afectados por los cambios de tendencia.
Hasta hace poco más de una década preocupaba en exceso que la dentadura fuera blanca. Los dientes brillantes y relucientes estuvieron tan de moda que para muchas personas llegó a convertirse en una obsesión: la blancorexia.
Se hicieron populares los blanqueamientos dentales agresivos que a la larga han demostrado ser perjudiciales para la salud de la dentadura. Es uno de los muchos ejemplos de cómo cuando la cuestión estética se antepone a la salud, los resultados nunca son buenos.
Hacia los años 60-70 del pasado siglo hubo una época en la que se puso de moda el empleo de oro en la consulta del dentista. El oro es un material biocompatible que se desgasta más o menos a la misma velocidad que un diente natural. Resulta muy fácil de moldear y no produce alergias. No es de extrañar que durante muchos años tuviera una buena aceptación en el ámbito de la odontología.
Pero más allá de ser un material maleable y dúctil, las coronas o piezas dentales de oro resultaban atractivas para muchos pacientes. Tanto es así que muchas personas optaban por este tipo de prótesis tras perder un diente o cuando necesitaban hacer alguna reparación.
Las fundas y coronas de oro han ido perdiendo aceptación, no solo por una cuestión estética sino económica. Aunque estas piezas no están fabricadas en 100 % en oro, son aleaciones con este material precioso (alrededor del 75 %) y por lo tanto resultan muy costosas. Y como todas las modas, van y viene. Ya ha pasado su momento.
Tendencia actual en el diseño de la sonrisa
Los actuales cánones de belleza que se han impuesto en el diseño de la sonrisa apuntan hacia la naturalidad. Salvo algunas modas puntuales o pasajeras como las joyas o piercings en los dientes, actualmente lo que se busca son dientes con un aspecto sano y luminoso, siempre dentro de formas y tonalidades que no resulten demasiado llamativas.
Un claro ejemplo es el de los blanqueamientos dentales: lo hermoso y atractivo es que no se note que ha habido un tratamiento. Lo mismo sucede con las carillas, el pulido dental o las intervenciones para corregir la sonrisa gingival. La eliminación de manchas superficiales o la modificación de la línea de la encía persiguen un fin estético en el que lo más natural es lo más hermoso.
Los 4 secretos de las sonrisas que triunfan en las redes sociales
Quien sabe que tiene una sonrisa bonita, ¡presume de ella! En una realidad en la que el intercambio de información está a la orden del día, las redes sociales también se convierten en un canal de comunicación sobre las últimas tendencias de sonrisa.
Por un lado están las celebrities que aprovechan sus intervenciones públicas para popularizar modas de lo más estridentes. Algunos de los ejemplos más llamativos son los grillz, dentaduras postizas doradas o con joyas preciosas; los tatuajes en los dientes, que realmente se realizan en una carilla que luego se adquiere al esmalte; o la yaeba, una práctica de origen oriental muy peligrosa que consiste en limar o retorcer las piezas dentales para darles un aspecto tan monstruoso para unos como estético para otros.
Por otro lado están los profesionales del sector y las propias clínicas dentales. En un esfuerzo por introducir algo de cordura, en sus cuentas sociales también recogen las peticiones más habituales de los pacientes para definir las nuevas tendencias de sonrisa desde una perspectiva mucho más segura y profesional.
Las clínicas con servicios de estética dental suelen coincidir en que hay cuatro aspectos básicos en el éxito de una sonrisa:
1. Color
El tratamiento de color de una dentadura no consiste en blanquear el diente sin ton ni son. Un buen tratamiento blanqueador analizará primero el mapa de color de la dentadura y ofrecerá soluciones adaptadas a este.
Es cierto que una sonrisa hermosa es una sonrisa con un color de dientes saludable, homogéneo y sin tinciones. Eso no significa que tengan que ser dientes de un blanco impoluto. De hecho, la dentadura nunca tiene ese color en origen y lo que se intenta con estos tratamientos es que el resultado sea lo más natural posible.
La elección de una tonalidad no se hace a ojo. Existen herramientas avanzadas como el escáner intraoral para determinar con mayor precisión la tonalidad exacta que requiere una dentadura y las posibilidades reales de obtenerla con un tratamiento blanqueador.
2. Alineación
Abrir espacios o cerrar huecos. La alineación de los dientes es el aspecto que más condiciona la armonía de la boca. También aquí hay que tener en cuenta que no se trata únicamente de una cuestión estética sino funcional.
Una dentadura bien alineada, sin espacios ni apiñamientos, es la clave de una buena mordida. También limita el desgaste de los dientes, facilita la deglución y el habla, evita la acumulación de restos de comida y con ello reduce el riesgo de que se formen colonias de bacterias en la boca. Los dientes alineados son estéticamente hermosos, pero además son sinónimo de salud.
3. Exposición del diente
Desde la perspectiva estética, la exposición del diente se mide en tres estados diferentes: cuando la boca está en reposo, cuando se habla o se sonríe ligeramente y cuando se ríe con intensidad.
Para encontrar la armonía de la sonrisa, cada uno de estos estados debería corresponderse con un determinado nivel de exposición de la superficie dentaria. Esto está condicionado tanto por la longitud de la encía como por el grosor y la posición de los labios.
De forma resumida podríamos decir que en posición de reposo la exposición del diente es mínima o incluso nula, cuando los labios quedan por completo cerrados. Al hablar o sonreír debería mostrarse el 100 % de la superficie dentaria de la arcada superior. Cuando se produce una carcajada no solo queda expuesto todo el diente sino que se ve entre 1 y 3 mm de encía.
4. Curvatura
Por último hay que estudiar cuál es la curvatura natural de la sonrisa para saber cómo potenciarla o corregirla. La sonrisa, como cualquier otra forma de comunicación no verbal, tiene sus propios códigos, pero hay algunas particularidades que vienen dadas por la propia anatomía del rostro.
Hay tres tipos de sonrisa básicos, aunque admiten muchos matices. Son la sonrisa ideal, en la que la línea de los labios coincide con la de la base de la arcada superior y la encía superior; la sonrisa recta en la que la línea media de la arcada coincide en plano recto con las comisuras; y la sonrisa invertida, en la que la curva de los dientes va en dirección opuesta a la curva de la sonrisa.
Invierte en una sonrisa saludable
En la actualidad existen muchos tratamientos para corregir las imperfecciones en dientes y encías y proporcionar una sonrisa perfecta. La clave del éxito no está solo en hacer un importante desembolso económico en tratamientos innovadores sino en escoger una clínica de confianza que supervise el proceso.
No todos los tratamientos de estética dental domésticos son malos, pero sí que hay un gran número de ellos que no solo ofrecen falsas promesas sino que pueden volverse en tu contra. Lo mismo sucede con los remedios caseros y milagrosos que se hacen populares a través de las redes sociales, o con modas pasajeras como la de emplear carbón activado.
La belleza de la sonrisa es un tema que siempre debe abordarse desde la perspectiva de la salud. Para que se cumpla este requisito solo hay un modo de proceder: ponerse en manos de un equipo profesional.