Desde el desarrollo de la implantología dental hace ya más de cuatro décadas, se han experimentado grandes avances en el sector. Uno de los hitos más importantes es la aparición de los microimplantes o microtornillos. Este revolucionario sistema de anclaje ha permitido mejorar muchos tratamientos ya existentes, entre ellos los de la ortodoncia con brackets.
¿Qué es un microimplante?
El microimplante es el resultado de la miniaturización de los implantes convencionales. El sistema de anclaje que se emplea en ambos casos es muy parecido. Sin embargo, el microimplante o microtornillo presenta particularidades que permiten su utilización en diferentes zonas de la boca, incluso cuando apenas hay hueso para el anclaje.
- Es un procedimiento poco invasivo.
- La recuperación es rápida.
- Ofrecen una gran resistencia a las fuerzas ortodóncicas.
- Se pueden emplear como anclajes temporales.
- No es necesaria la osteointegración completa.
- Se colocan sin necesidad de injertos óseos.
- Son mucho más versátiles y funcionales.
- Acortan la duración del tratamiento.
- Son económicos y fáciles de colocar/extraer.
Desde el punto de vista de su morfología, el microtornillo tiene un diámetro que oscila entre los 1,4-2 mm y una longitud de entre 8-16 mm. Sus dimensiones son, por lo tanto, muy inferiores a las de un implante dental estándar, entre los 3,5-3,2 mm de diámetro. En cualquier caso, la elección de estas medidas varía en función de las condiciones de la boca del paciente y del tratamiento a realizar.
Al igual que los implantes clásicos, los microimplantes están fabricados en materiales resistentes y biocompatibles. El más común es el titanio, que rara vez provoca problemas de alergia o rechazo. Tampoco su diseño varía mucho y, en la mayoría de los casos, nos encontraremos con piezas compuestas de tres partes:
- Cabeza ortodóncica: la parte del tornillo que queda visible. Varía mucho en diseño y forma, según su ubicación.
- Cuello intramucoso: una pieza lisa y de longitud variable que está en contacto con la encía. Tiene un papel fundamental a la hora de evitar acumulación de placa e inflamación alrededor del implante.
- Cuerpo endoóseo: es el segmento de microtornillo que se enrosca en posición vertical y queda acoplado al hueso. El diseño varía dependiendo de la técnica de colocación empleada.
¿Para qué se usan los microimplantes en ortodoncia?
Los microtornillos han servido para mejorar de forma notable la eficiencia y rapidez de los tratamientos de ortodoncia. El empleo de brackets es una solución eficaz a los problemas de malposición. Pero cuando hay que realizar desplazamientos de dientes muy pronunciados aparece un problema básico: el movimiento de un diente a su posición correcta puede empujar a otro fuera de lugar.
Es una cuestión de física muy fácil de entender: ¡nada menos que la 2ª Ley de Newton! Cuando se aplica una fuerza para mover un diente, se genera una fuerza simultánea de igual intensidad y dirección solo que en sentido opuesto. ¿Cómo es entonces que no se produce un descalabro en toda la dentadura?
Tras emplear diferentes técnicas para solucionar este problema, se llegó a la conclusión de que la utilización de un anclaje adicional evitaría los desplazamientos innecesarios. Este no podía estar en los propios dientes a tratar o en sus piezas adyacentes, sino en un espacio cercano estos: el hueso alveolar (el hueso sobre el que erupcionan los dientes), el paladar o los espacios interdentales.
Colocación de microtornillos en ortodoncia
Los principales escenarios en los que se recurre al uso de microimplantes dentales en ortodoncia son:
- Retrusión de incisivos
- Intrusión de molares
- Intrusión de incisivos
Estos tres movimientos son los que generan más problemas durante un tratamiento con ortodoncias. Pero gracias al empleo de microtornillos se obtienen predicciones más fiables sobre los desplazamientos dentarios a largo plazo, teniendo un mayor control sobre los posibles efectos secundarios.
La técnica de colocación de un microimplante no revierte grandes dificultades. Puesto que se pueden ubicar en cualquier lugar de los maxilares, tanto en partes blandas como óseas, existen pocas limitaciones. De hecho, en estos procedimientos ya no es necesaria la intervención de un cirujano maxilofacial y el propio ortodoncista puede insertar el microtornillo sin necesidad de recurrir a complicadas cirugías ortognáticas.
Aunque las piezas tienen el aspecto de un pequeño pin metálico, siempre se trata de buscar la discreción en la medida de lo posible. Una vez que se determina cuál es la posición idónea, se anestesia al paciente de forma local y se procede a la colocación de la pieza. Salvo por su diminuto tamaño y por su material de fabricación, un microtornillo no se diferencia mucho de un tornillo común: está diseñado para autoperforar una superficie y quedar enroscado a ella, por lo que no requiere de una incisión quirúrgica.
Es un procedimiento tan sencillo que el mismo día de la intervención ya se pueden empezar a usar las gomas o cadenetas pertinentes sobre el anclaje. El paciente no experimenta molestia alguna. Tan solo notará, sobre todo durante los primeros días, que hay un diminuto botón que sobresale en la parte de la boca en la que se ha colocado el microimplante.
Una vez que finaliza el tratamiento, ¿cómo se procede?
Los microimplantes en ortodoncia son anclajes temporales. Es decir, se mantienen en la boca solo durante el tiempo que dure el tratamiento con aparatos. El ortodoncista revisará que todo funcione correctamente y se mantenga en su posición. Cuando llegue el momento de retirar los brackets de forma definitiva, retirará también estos diminutos botones que ya habrán cumplido con su misión.
La extracción de un microtornillo resulta incluso más rápida y sencilla que su colocación. En la mayoría de los casos, ni siquiera requiere de la utilización de anestesia local y se extrae haciéndolo girar en la dirección inversa. Tampoco hace falta un cuidado especial de la boca una vez retirado el pin. Basta con cepillarla con delicadeza y el diminuto orificio se cerrará en cuestión de días. En caso de que el paciente experimente alguna dolencia o inflamación, es posible que el odontólogo le prescriba un antiinflamatorio.
Otros usos de los microtornillos
Los microtornillos permiten evitar efectos secundarios innecesarios en los tratamientos de ortodoncia convencionales, pero su uso no se limita a este ámbito. Estos implantes de pequeño tamaño también se emplean en otro tipo de intervenciones. La más habitual es la colocación de prótesis fijas.
Mediante la colocación de implantes dentales se resuelven los problemas más habituales de las prótesis removibles tradicionales. Muchos pacientes tienen que recurrir a este tipo de prótesis porque la condiciones óseas de sus encías no permiten la colocación de unos implantes de tamaño normal. Pero los resultados no son tan satisfactorios y el hecho de que las prótesis se extraigan y se recoloquen acaba resultando molesto y poco funcional.
En estos casos, los microimplantes dentales se presentan como una alternativa más eficiente. Con tan solo cuatro microtornillos es posible estabilizar una prótesis dental clásica, pasando de móvil a fija. Este tipo de soluciones se emplea en aquellos pacientes que requieren de prótesis completas y se puede aplicar sin problemas tanto en la arcada superior como en la inferior.
La osteointegración y la estabilidad de los microtornillos dentales son procesos rápidos y eficaces. Su pequeño tamaño se adapta a las condiciones de la boca de la mayoría de los pacientes con pérdida ósea severa y mejora de manera significativa su calidad de vida.
Otros ejemplos habituales del empleo de microimplantes en lugar de implantes convencionales son:
- Cierre de espacios interdentales tras la extracción de una pieza.
- Enderezamiento de dientes que se han torcido y ocupen el espacio de un diente perdido.
- Expansión del hueso maxilar (el microtornillo se coloca en la parte del paladar).
- Distalización de la arcada para ganar espacio en la corrección de problemas de mordida.
- Tratamiento de la desviación de línea media.
En estas situaciones, y dependiendo de la complicación de cada caso, la colocación de un microimplante puede evitar la necesidad de llevar brackets en toda la boca. Hasta el momento, los microtornillos se han empleado sobre todo como anclaje absoluto en tratamientos con brackets. Sin embargo y, a tenor de los buenos resultados que proporcionan, su empleo se está extendiendo también a otro tipo de tratamientos como la ortodoncia invisible.
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