El deporte es salud, pero no está exento de ciertos riesgos. Entre los dientes y el deporte existe una estrecha relación causa-efecto que funciona en ambas direcciones. De un lado está la salud bucodental y el rendimiento deportivo. Del otro, la actividad física y el aumento de los riesgos de padecer algún problema en los dientes. Para garantizar la compatibilidad entre ambos aspectos es importante entender estas relaciones y mantenerlas en correcto equilibrio.
¿A qué riesgos de salud bucodental se exponen los deportistas?
El deporte es sinónimo de esfuerzo y superación, dos aspectos que suponen un reto para el organismo a todos los niveles. Tu cuerpo al completo es partícipe del empeño que pones en cada carrera, cuando subes una cuesta con la bicicleta o mientras echas un partido de baloncesto con los amigos. Y, aunque no te hayas dado cuenta de ello, también tus dientes desempeñan un papel importante.
Por las particularidades de la actividad que desarrollan, las personas deportistas están más expuestas a determinados riesgos de salud bucodental. Esta relación entre dientes y deporte se pone de manifiesto en varios niveles que conviene conocer para saber cuál es el origen de los problemas de salud oral de muchos deportistas.
- Incremento de la respiración bucal: durante el ejercicio físico no respiramos de la misma manera. El sobreesfuerzo que implica levantar peso o correr a toda velocidad nos obliga a abrir la boca y respirar menos por la nariz. Este tipo de respiración reduce la producción de saliva, seca la boca y deja a los dientes más expuestos a la amenaza de gérmenes y bacterias.
- Estrés previo a la competición: las situaciones de estrés alteran el trabajo de las glándulas salivales e incrementan la sensación de boca seca con todas las consecuencias que de ella se derivan. El estrés también es el responsable del bruxismo o rechinar de los dientes y de un desgaste progresivo del esmalte que hará que los dientes sean más sensibles y vulnerables.
- Hábitos alimentarios: la dieta de los deportistas es sana y equilibrada en muchos aspectos, pero muchas veces parece dejar al margen la salud de los dientes. El consumo habitual de bebidas isotónicas, los carbohidratos, las barritas energéticas y el abuso de los zumos envasados puede resultar fatal tanto en una boca sana como en una que ya presenta daños.
- Intensidad y características de la práctica deportiva: no solo en los deportes de contacto existen riesgos de sufrir un golpe en la boca. Ninguna actividad está exenta de que se produzcan accidentes y de que estos puedan repercutir en la salud bucodental. No obstante, cuanto más actividad se realiza más frecuentes son este tipo de lesiones.
Sabiendo cómo la actividad deportiva afecta al estado de nuestros dientes y encías, es fácil entender por qué los deportistas suelen sufrir en mayor grado algunos de los problemas dentales más comunes en la población general:
- Fracturas dentales: golpes, caídas, accidentes… La vida del deportista está repleta de imprevistos y con bastante frecuencia los dientes son víctimas de esos sucesos fortuitos. Los traumatismos y las fisuras dentales están a la orden del día y no se limitan a los deportes de intensidad o de contacto.
- Barodontalgia: es un dolor dental bastante común entre los buceadores, los montañeros y los pilotos. Los cambios de altitud provocan un exceso de presión en la cámara pulpar del diente y se convierten en un dolor agudo y repentino. Cuando el diente no es capaz de equilibrar la presión interna, esta puede afectar a la raíz y causar una infección. Las coronas y los rellenos dentales también se pueden aflojar con los cambios frecuentes de presión.
- Caries y erosiones dentales: las rutinas de alimentación con composición rica en glucosa y pH ácido atacan al esmalte dental y reducen la eficacia de su barrera natural. También el contacto habitual con los agentes químicos que se emplean en las piscinas pueden resultar agresivos para el diente y provocar su erosión progresiva.
- Afecciones en la articulación temporomandibular: la tensión de los días previos a un encuentro deportivo importante puede provocar una sobrecarga en la musculatura masticatoria. Las molestias en la articulación temporomandibular afectan a la superficie de los dientes y generan dolores de cabeza y de oídos.
Dientes y deporte: así afectan al organismo algunas patologías bucales
Al comienzo de este artículo nos habíamos referido a la doble dirección que adopta la relación entre los dientes y el deporte. Ahora que ya hemos visto cuáles son los riesgos a los que se expone la dentadura del deportista, toca analizar esta asociación desde la perspectiva contraria. ¿Cómo afectan las patologías bucales al rendimiento de los deportistas?
- Malposición o ausencia de piezas dentales: los problemas de alineamiento de los dientes o la función deficiente del ‘engranaje’ masticatorio son los responsables de un 30% de los dolores de cuello y espalda. El entrenamiento, los estiramientos y la visita al fisioterapeuta servirán de poco si no se pasa antes por el dentista para corregir esta situación.
- Muelas de juicio: una mala erupción de los terceros molares hace que la boca sea más susceptible de padecer infecciones. Muchas lesiones en músculos y tendones tienen su origen en la boca, no en el lugar en el que se manifiestan las molestias.
- Bruxismo: el rechinar de los dientes provoca lesiones dentro y fuera de la boca. Los deportistas deben corregir cuanto antes este hábito si desean mantener su rendimiento al más alto nivel ya que el bruxismo es el responsable de muchos dolores de cuello y cabeza y de alteraciones posturales que pueden comprometer el éxito de los entrenamientos.
- Caries y problemas de encías: cursen o no con dolor, los dolores y afecciones más comunes de la boca son un foco de problemas para el resto del cuerpo. Una caries que no es tratada a tiempo tiene capacidad para provocar trastornos articulares y musculares e incluso problemas de tipo cardiovascular.
Cuidados de salud bucodental en el deporte: donde hay un problema, hay una solución
La mayoría de las patologías dentales relacionadas con el deporte se pueden tratar con pautas y consejos de salud bucodental aplicables a cualquier persona. Con todo, alguien que se somete con frecuencia a este tipo de actividades físicas deberá prestar más atención a estos consejos para limitar unos riesgos que, en sus circunstancias, son mucho más notables.
- Elegir las bebidas isotónicas menos azucaradas.
- Mantener un buen nivel de hidratación durante toda la práctica deportiva.
- Visitar al higienista dental al menos una vez al año.
- Realizar las revisiones bucodentales pertinentes.
- Emplear dentífricos poco abrasivos con un buen contenido en flúor y xilitol.
- Utilizar protectores dentales si las características del deporte exponen la dentadura a un mayor riesgo de traumatismos y fracturas.
- Recurrir a las férulas nocturnas para prevenir las consecuencias del bruxismo.
- Reponer las piezas dentales ausentes en el caso de que las hubiera.
- Realizar ejercicios de relajación maxilofacial para reducir la tensión en la articulación temporomandibular.
- Corregir los problemas de maloclusión con el empleo de brackets u ortodoncia invisible.