Un tratamiento de estética dental no solo debe valorarse en función de los resultados que ofrece. También es importante tener en cuenta en qué grado afecta a la salud presente y futura de tus dientes. Aunque ninguno de estos tratamientos debería suponer un problema para tu dentadura, es cierto que determinados procedimientos resultan más invasivos que otros. En el caso de las carillas sin tallado, el tratamiento se desarrolla de tal forma que no se interfiere en absoluto con la estructura natural del diente.
La conservación de los dientes como prioridad
Las modas van y vienen, la salud de tus dientes no. Antes que una sonrisa hermosa te interesa tener una sonrisa sana. La consecución de este objetivo te permite alcanzar el siguiente paso con todas las garantías de seguridad para tu dentadura.
Ninguna clínica odontológica profesional no te va a ofrecer un servicio de estética dental que pueda comprometer el buen estado de tus dientes. Sí te ofrecerá, en cambio, diferentes alternativas teniendo en cuenta cuál es el estado de tu boca y cuáles son los resultados de mejora a los que puedes aspirar.
Así como en tratamientos como los blanqueamientos dentales existen metodologías más o menos intensivas, también en el caso de las carillas se pueden emplear diferentes técnicas, marcas o modelos. Cuando se busca una corrección del color o la forma que no es demasiado exigente, es probable que tu dentista te plantee la posibilidad de recurrir a las microcarillas.
¿Qué son las microcarillas dentales o carillas sin tallado?
Las carillas dentales son un tratamiento de odontología estética conservadora que consiste en la superposición al diente de una lámina de material resistente y con un color muy similar al de la pieza natural. Dependiendo del grosor, la posición y el material empleado en la fabricación de la carilla, es posible que para su colocación sea necesario un tratamiento previo del diente que garantice la fijación de esta pieza superpuesta.
Sin embargo, aparte de las carillas dentales convencionales existe también otra alternativa menos invasiva que no exige ninguna intervención de desgaste o limado sobre el diente de base. Son las carillas sin tallado, también conocidas como microcarillas.
¿En qué se diferencian las carillas sin tallado de las carillas dentales convencionales? Desde una perspectiva morfológica, en el grosor. En el caso de las microcarillas nos referimos a láminas tan delgadas como una lente de contacto, entre los 0,1-0,3 mm.
Esta delgadez y ligereza facilitan su adhesión al diente. Por eso también existen diferencias en cuanto a la colocación de las carillas. Desde el punto de vista de la conservación de los dientes, las carillas sin tallado son más eficientes puesto que solo añaden material a la dentadura, sin modificar la superficie dentaria.
¿En qué casos se recomienda su uso?
Si la conservación de los dientes es más eficaz con las carillas sin tallado, ¿por qué no se emplea siempre este tratamiento? El ‘pero’ de las microcarillas es que son tan delgadas que no siempre sirven para corregir los problemas estéticos más notables. En tinciones muy oscuras o diastemas demasiado abiertos hará falta un material más grueso y menos traslúcido para disimular mejor esas imperfecciones.
Sin embargo, cuando estos problemas de estética dental están dentro de los márgenes adecuados, las carillas sin tallado pueden cumplir a la perfección con las funciones de una carilla convencional. Entre los usos habituales de las carillas dentales son de destacar:
- Blanqueamiento de los dientes con tinciones intrínsecas por tratamientos con tetraciclinas o manchas por el consumo habitual de café, tabaco y algunos alimentos.
- Pequeños espacios interdentales, troneras o diastemas que no requieren necesariamente de un tratamiento ortodóncico.
- Fracturas o dientes astillados en los que no hace falta un trabajo de restauración complicado.
- Corrección de ligeros problemas de alineación o hundimiento de los dientes hacia el interior.
- Protección del tejido dental frente a problemas comunes de desgaste provocados por el bruxismo, la abrasión que genera una mala técnica de cepillado o la erosión desencadenada por ácidos procedentes de la dieta o de algún trastorno gástrico.
- Alargamiento de los dientes o de las encías.
Desarrollo del tratamiento con carillas sin tallado
La extrema estrechez de las microcarillas impide que este tipo de tratamiento sea apto para todas las dentaduras. Para determinar si el paciente es el candidato adecuado, el odontólogo necesita una historia clínica detallada.
Fase de análisis
Este procedimiento implica un exhaustivo estudio estético dental, dentro y fuera de la cavidad bucal, que contempla aspectos como:
- Color, tamaño, forma y textura de los dientes a tratar.
- Posición de las piezas dentales.
- Estudio global: forma de las encías, tipo de sonrisa, labios, perfil facial…
La información recabada se trata de manera digital en avanzados programas de diseño de la sonrisa. En función de la información obtenida, el especialista podrá determinar cuál es el espesor óptimo de las carillas a aplicar. Si no es necesario un grosor superior a los 0,3 mm, lo más probable es que valore la posibilidad de emplear carillas sin pulir el diente.
Fase de confección de las microcarillas
En esta segunda parte del tratamiento, el odontólogo solicita a su laboratorio de trabajo habitual unas carillas ultrafinas adaptadas a las características de la boca del paciente. ¿Qué materiales se emplean en la fabricación de este tipo de carillas dentales?
Al igual que con otros tratamientos de estética basados en el empleo de ortodoncia con brackets y ortodoncia invisible, existen varias marcas y sistemas patentados. El uso de una u otra tecnología va a depender de la certificación que haya obtenido la clínica en la que vaya a realizarse el tratamiento y que la acredite para ello.
Particularidades aparte, lo habitual es que las microcarillas estén fabricadas en algún tipo de porcelana muy fina y resistente. Estas dos características son la clave de su buena manipulación y de su facilidad de adaptación a la superficie del diente sin aplicación de técnicas de tallado.
Fase de colocación de las carillas sin tallado
Aproximadamente dos o tres semanas después de realizar las mediciones y enviarlas al laboratorio, la clínica dental recibe las microcarillas personalizadas del paciente. Es el momento de su colocación, un procedimiento que se lleva a cabo en consulta y sin necesidad de recurrir a la anestesia.
La intervención es simple, rápida y, lo más destacado de todo, no invasiva.
Una restauración adhesiva que no dura más de una hora y que ofrece resultados inmediatos. Las carillas son cementadas sobre el diente sano con un potente pegamento que, con el mantenimiento adecuado, garantiza su posición durante al menos 15 años.
Ventajas y contraindicaciones de las carillas dentales sin tallado
La nula interferencia sobre el diente permite que este tratamiento de estética sea reversible. No obstante, no suele ser lo habitual. Las carillas se emplean para solucionar de forma inmediata algunos problemas de estética comunes y en su colocación se recurre a un sistema de sellado muy potente. Si bien es cierto que no se lima ni se desgasta el diente, despegar una carilla dental no es tarea sencilla.
Por otro lado, este tratamiento de estética de la sonrisa no es apto para todas las bocas. Los pacientes con problemas de oclusión no deberían recurrir ni a las microcarillas ni a las carillas convencionales. Estas patologías de por sí causan un desgaste importante del esmalte dental que, en caso de colocar carillas, aceleraría el deterioro de estas.
Algo similar ocurre en pacientes bruxistas. No obstante, en esto casos el odontólogo puede recomendar el uso de férulas de descarga para compatibilizar este tratamiento con la colocación de carillas dentales.
Tampoco se recomienda emplear esta solución estética en pacientes que no cumplen con una buena rutina de higiene dental o que presentan problemas de inflamación gingival o filtraciones. Como con cualquier otro tratamiento de estética dental, uno de los pocos requisitos para la implantación de carillas es que la boca debe estar sana.