Nada que tenga que ver con el estrés resulta beneficioso para nuestro organismo. Los trastornos físicos y psíquicos que provoca la tensión se pueden manifestar en nuestra salud de formas muy diferentes. En el caso del estrés de los dientes los síntomas más evidentes serán el dolor en encías, mandíbulas e incluso oídos. Pero existen métodos de relajación y automasaje con los que minimizar las molestias y recuperar la calidad de vida.
La tensión en las mandíbulas: causas y síntomas
La biomecánica de la articulación temporomandibular es muy eficiente pero no es perfecta. El funcionamiento de este complejo engranaje de músculos, tendones y huesos puede verse comprometido por el desgaste articular, las disfunciones del movimiento y el estrés en los dientes.
Problemas habituales como el bruxismo o el desorden temporomandibular son los responsables de importantes disfunciones en la mordida y en la buena salud de la dentadura, que a su vez derivan en otro tipo de molestias:
- Cefaleas
- Dolores musculares
- Molestias cervicales
- Merma en la calidad del sueño
- Problemas emocionales: ansiedad, cambios de humor, irritabilidad…
- Otalgia
Las causas de estos problemas pueden ser de diversa índole, pero salvo en casos en los que existen indicios claros de cuál es el origen, lo más habitual es que el estrés se presente como uno de los motivos desencadenantes. Aliviar la tensión en las mandíbulas mediante masajes y movimientos controlados resulta de gran ayuda para minimizar los efectos negativos de estas patologías mientras valoras otras soluciones con tu dentista.
Ventajas del automasaje mandibular
Las molestias en las mandíbulas son un motivo común de consulta al dentista que en ocasiones también podría abordarse desde el punto de vista de la fisioterapia. El tratamiento que te proporcionen en tu clínica dental no tiene por qué excluir al que pueden facilitarte en un centro de fisioterapia y que tú mismo puedes realizar en casa si conoces los ejercicios y movimientos que más te convienen.
Los beneficios del automasaje en las mandíbulas son notables desde la primera sesión. Con apenas unos minutos al día y manteniendo estas rutinas de movimiento, no tardarás en experimentar la mejoría:
- Mayor elasticidad muscular
- Fluidez en los movimientos el habla y la deglución
- Liberación de la tensión en el conjunto de la cabeza
- Disminución del dolor
- Mejoras en el descanso
- Dientes más sanos y protegidos
Claves para un automasaje mandibular eficaz
Cuando el objetivo está puesto en reducir la tensión en las mandíbulas, lo primero que debemos tener en cuenta es que el automasaje no puede resultar doloroso. La movilización controlada de la articulación temporomandibular puede ser insoportable cuando la zona está inflamada, cuando por efecto de algún espasmo muscular tienes la sensación de que se queda ‘encajada’ o cuando existe algún problema de salud importante.
El automasaje mandibular que te proponemos no está destinado a sanar este tipo de dolores, que deberían ser tratados por un especialista, sino a ofrecer una solución inmediata a las molestias superficiales que se producen como consecuencia de un exceso de tensión en la zona. Para que puedas beneficiarte de ese efecto liberador el masaje debe ser intenso, controlado y lento.
¿Notas una ligera molestia? No te preocupes. Mientras no sea un dolor profundo y que no puedas tolerar, bastará con que reduzcas la intensidad del automasaje para seguir sacándole provecho a estas técnicas.
Ejemplo de automasaje en la mandíbula para reducir la tensión
Coloca las yemas de los dedos índice y corazón sobre las sienes y deslízalas hacia la apertura de la mandíbula ejerciendo una ligera presión. Con ello estarás estimulando el músculo masetero, uno de los más potentes del cuerpo humano y el principal mecanismo en el proceso de masticación.
- Sin desplazarte de la zona en la que se abre la mandíbula, realiza movimientos circulares aumentando y reduciendo la presión de los dedos en cada giro.
- Deja la boca entreabierta. Coloca los dedos índice y corazón debajo de la nariz y deslízalos por los pómulos hasta llegar a las sienes. Trata de dejar la musculatura facial lo más relajada posible mientras realizas este movimiento.
- Sitúa las yemas de estos dedos entre la barbilla y el labio inferior. Muévelos hacia el exterior como si estuvieras dibujando una sonrisa que va desde este punto hasta el punto de apertura de tu mandíbula.
- Coloca los dedos en la parte frontal de los pómulos, por debajo de los ojos. Arrástralos hacia las sienes y una vez que alcances este punto realiza movimientos circulares, hacia arriba y hacia abajo.
Lo ideal es repetir cada uno de estos movimientos al menos tres veces. Completar el automasaje apenas te llevará unos minutos y sentirás una sensación de alivio automática.
Libera el estrés de los dientes con estos ejercicios para las mandíbulas
Como la prevención es el mejor tratamiento, si tienes tendencia a acumular tensión en la musculatura de la cara puedes realizar una serie de ejercicios al levantarte y al acostarte para garantizar su buen funcionamiento.
Aunque empleamos los músculos faciales a lo largo de todo el día sin que reparemos en ello, estos ejercicios localizados y controlados te ayudarán a actuar sobre los principales focos de dolor cuando se produce una sobrecarga de tensión en ellos como consecuencia del estrés.
¿Quieres un consejo? Plántate delante del espejo cuando vayas a realizarlos. De este modo te resultará mucho más sencillo identificar dónde se concentran las molestias y cómo puedes mitigar el malestar actuando sobre ellas con el movimiento adecuado.
- Con el puño colocado debajo de la barbilla, trata de abrir la boca mientras la mano ejerce resistencia. No hace falta que hagas excesiva fuerza, solo la suficiente para sentir esa presión.
- Coloca un dedo a un centímetro de la barbilla y mueve la mandíbula hacia delante para intentar tocarlo.
- Con la boca cerrada, lleva la punta de la lengua al centro del paladar. A continuación, abre y cierra la boca sin mover la lengua y sin desplazar la mandíbula hacia los lados, solo de arriba abajo.
- Abre la boca como si estuvieras bostezando. Con las manos limpias, introduce dos, tres o cuatro dedos de una misma mano entre los dientes en posición vertical. Mantén la postura unos segundos y ve extrayendo dedos progresivamente para reducir la tensión hasta volver a la posición inicial.
Ventajas de los ejercicios para el dolor de mandíbulas
Las técnicas de estimulación manual y ejercicios mandibulares permiten el trabajo localizado en los músculos faciales más afectados por el estrés. Estas rutinas de ejercicios hacen posible:
- El fortalecimiento de los músculos implicados en la masticación y el habla.
- La mejora de la elasticidad y la recuperación de los tejidos más afectados.
- El estímulo y la correcta movilización de las articulaciones para evitar un desgaste prematuro.
- El alivio de la tensión y el dolor que provoca el estrés acumulado en esta zona.
Excelente toda la información gracias
¡Gracias, María!
Por culpa del dolor de mandibula pueden venir dolores de cabeza, mal estar, fiebre, etc. La boca es una de las partes del cuerpo del ser humano mas importantes, asi que recomiendo al 100% este post con tal de aliviar ese dolor y mejorar la salud!
¡Gracias!